Pues no lo había pensado así, pero tienes razón, Laura, es otra perspectiva. Mi idea era más bien que, aunque fallezcas a los 90, aún quedará un recuerdo en la gente que te conoció, y perdurará mucho tiempo después de tu muerte, hasta el momento en el que ya nadie te mencione... Pero le has dado un sentiodo curioso, gracias por compartirlo. Un abrazo.
Eso sí que es irse.
ResponderEliminarAquí las palabras cuentan... me gusta!
Un abrazo
Sí, y tanto...! Gracias, Ana.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me quedo pensando en cómo podemos saber que esa vez será la última.
ResponderEliminarUn abrazo, Belén.
Buena pregunta... ¿Sabremos la respuesta?
EliminarUn abrazo, Pedro.
Dicen que es cuando uno realmente muere, cuando dejan de recordarle. Me gustó mucho.
ResponderEliminarGracias, Cybrghost. Sí, hay un momento en el que ya no hay vuelta atrás. ¿Cuál? Pues nunca se sabe... Supongo.
EliminarUn abrazo.
La última vez que se pronunciará su nombre ... es como si por la edad : hubiese nacido muerto y alguien le hiciera un responsor final.
ResponderEliminarUn abrazo Belén,
me gusta.
Pues no lo había pensado así, pero tienes razón, Laura, es otra perspectiva. Mi idea era más bien que, aunque fallezcas a los 90, aún quedará un recuerdo en la gente que te conoció, y perdurará mucho tiempo después de tu muerte, hasta el momento en el que ya nadie te mencione... Pero le has dado un sentiodo curioso, gracias por compartirlo.
ResponderEliminarUn abrazo.