Si un sí o un no pueden cambiar una vida, una historia puede ser contada en pocas palabras
Niño interior
¿Ése soy yo? Preguntó el anciano, al no reconocer su imagen
en el espejo. Claro, papá, le respondió absurdamente una mujer demasiado mayor
para ser su hija.
Ainss ese alemán. Cuánto estrago. Muy tierno y duro a la vez.
ResponderEliminarSí... Gracias, Cybrghost.
ResponderEliminarUn abrazo.